domingo, 10 de enero de 2016

Los mensajes de la capacitación: Un posible abordaje de la Educación Sexual Integral en contextos indígenas

La Ley 26.150 del año 2006 instituye la Educación Sexual Integral (ESI) como un derecho que el Estado debe garantizar. La escuela, en tanto el Programa Nacional de ESI se ubica en el organigrama del Ministerio de Educación de la Nación, se convierte en un espacio privilegiado en la construcción de subjetividades críticas capaces de tomar decisiones respecto del cuidado del propio cuerpo, el cuerpo de los otros, el ejercicio de la sexualidad y los derechos sexo-genéricos en términos amplios.
En este nuevo contexto nos interrogamos por los alcances, las potencialidades e incluso las limitaciones que tiene el abordaje de la ESI en contextos indígenas, a partir del análisis de los discursos, las representaciones y las tensiones que se produjeron en algunas instancias de trabajo al interior del Estado en las provincias de Chaco y Salta.
El objetivo de este trabajo es contribuir con un diseño de políticas públicas de ESI partiendo de una mirada sobre la praxis que permita complejizar el escenario desde una dimensión socio-histórica, política y epistemológica así como sugerir algunas propuestas y estrategias de trabajo contextualizadas.
Se considera que el análisis propuesto ayudaría a reflexionar sobre las formas en que las narrativas hegemónicas son interpeladas por la alteridad. Su irrupción en los escenarios educativos nos obliga a repensar un Estado legitimado a partir de su capacidad de dejar habitar –parafraseando a Foucault- las múltiples comunidades morales que transitan la Nación y cuya comprensión situada se torna indispensable para una educación sexuada justa. 

Acceso al artículo en Etnografías contemporáneas. Revista del Centro de Estudios de Antropología. Universidad Nacional de San Martínhttp://www.unsam.edu.ar/revistasacademicas/revistas/Etno-Contemporaneas.pdf

sábado, 6 de septiembre de 2014

Leyendas confiables

Camarón de la Isla es una leyenda. Es leyenda del tiempo. Ha superado el tiempo. Mi tiempo al menos. Bello, flamenco, andaluz. De Cádiz. Mar y Carnaval. Tablas y seducción. Derrota de un tiempo finito. La ecuación perfecta.



Y ahora yo, humilde mortal de la ciudad de Buenos Aires, en la casi misma edad que cuando Camarón murió. Casi. Podría decirse que joven. Él, murió muy joven.
“No tengo tiempo”. “Todo esto es una pérdida de tiempo”. “El tiempo que he perdido”. “Busco y busco y recabo el 10% de lo que quisiera; además, ese texto no está completo en la web”. “Al final, es mejor ir a una biblioteca”. “Por otra parte, al libro no hay con qué darle”. “Ni punto de comparación”.Ni a la letra de una canción de gitanos.
Tiempo oro valía valor que no vuelve. Tiempo de gitanos. Tiempo de silencio. Tiempo de descuento.
La confianza es algo que se construye, que lleva tiempo. Más tiempo. Para construir la confianza se necesita tiempo. Mi pequeño universo dice que la confiabilidad está dada por mi propio universo. Que es bastante acotado por cierto. Por cuestiones puntuales (desconocimiento, desconfianza, seguridad, incontrastabilidad, irreductibilidad, etc.) no abro demasiado mi universo. Abro y reduzco, paradójicamente. Apertura/cerrazón. Paradigma de la Posmodernidad. No me hables de otro cantaor que no sea Camarón. Y que nadie palmee su nombre en vano emulando saberes ancestrales impropios.
Mis saberes parecen así reducirse a lo conocido. Además, en las megalópolis, el tiempo nos corre…No vivo en Cádiz, patria de barcos y máscaras.
Nunca me convenció el éxito. Además, para ser exitoso se necesita tiempo. Y tiempo es lo que falta. Por otro lado, no le creo nada a los que se dicen exitosos; mucho menos al otro que dice “¡che! ¿Viste que exitoso es tal?”. Prefiero las referencias post mortem. Son mucho más genuinas. El tipo o la tipa exitosos de verdad capaz que encima se murieron jóvenes. Ni disfrutar del éxito pudieron. Les faltó tiempo. Me hubiera gustado verte madurar.
Relación éxito-confiabilidad-tiempo. Estoy en el horno. No tengo mucho tiempo; no vayan a creer todo lo que digo y, sobre todo y por suerte, no tengo las claves del éxito. Prefiero ante este último, sentirme pulcramente imperfecta. Diametralmente incompleta. Rugosamente expectante. Atónitamente curiosa. Prefiero poner un disco de leyenda, para no errarle.
A riesgo de comparar lo incomparable, me atrevo a pensar que las investigaciones y las búsquedas son parecidas, igual que los verdaderos talentos: siempre faltará tiempo, el éxito será parcial o incompleto en muchos casos, y la confiabilidad siempre se pondrá a prueba. Los neo de todo tipo auguran profesías de gente que comienza a no haber vivido el tiempo de las leyendas.
No vaya a creerlo. El ser humano no es inmortal. Es cuestión de administrar las variables para usar un tiempo considerable, en función de lo que nos interesa. Hacer buenas preguntas significa tener respuestas acordes, si la ecuación no falla. No exactas. Buenas. El éxito estará en buena parte en esa incompletud; en esa respuesta parcial pero interesante. La confiabilidad tendrá que ver con nosotros mismos; quiero decir, en base a lo que sabemos, cómo hacemos jugar los datos o conceptos. Tus cuerdas vocales son la única precisión flamenca.
En esta corta vida, nadie te regala nada. Hay que ponerse a estudiar para dar buena información y saber contrastarla.
Confío plenamente en vos, Camarón. Qué duda cabe a estas alturas.